Unas palabras de fin de año...
Sobre propósitos, planes de Nochevieja, Ghosting y algo de poesía.
Estos días en los que nos bombardean con emails sobre los nuevos propósitos, sobre cerrar lo antiguo, recapitular, etiquetar estos 12 meses pasados…
Aunque manido, también es cierto que nos obliga a pararnos y reflexionar en este ciclo 2022, llevar la mirada atrás, no tanto con la idea de comparar y juzgar sino de atender y reflexionar, de prestar atención Y en los tiempos que corren de prisas y lenguas fuera, que algo nos obligue a hacer una pequeña pausa y dedicar unas neuronas manteniendo la mirada limpia de críticas, (lo que viene a ser yoga), es de agradecer.
Hace unos días me llegó esta frase de Miguel Delibes: “Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y sin embargo sucedieron así”.
A lo que me vino a la mente otra frase, esta vez de un profesor de meditación: “Todo lo que ha pasado, tenía que pasar. No hay errores. Un error es simplemente una percepción que aún no tiene toda la información necesaria para entender lo ocurrido”. Cuando pasado un tiempo, miremos hacia atrás, quizá podamos atar los cabos, sacar patrones. Es lo que le encanta hacer a la mente para sentirse segura: dar una explicación “lógica” a lo que ocurre.
Pero muchas veces juzgando desde el miedo o el apego, siempre tomándonos todo de manera personal. Son los 3 aspectos de la mente que generan sufrimiento, como bien sabía Buda.
Cuando juzgamos lo ocurrido desde ese rechazo a que algo “salga mal”, a repetir lo que “salió bien” perdemos espontaneidad y confianza, nos condenamos a repetirnos, no damos oportunidad a que las cosas puedan ser diferentes. Nos cerramos al “flow”, a fluir, no dejamos que los acontecimientos se expresen como vienen, queremos intervenir, controlar y decidir.
Te escribo en una mañana nublada de mediados de diciembre, en Boadilla del Monte, con una infusión de cereza, bayas e hibisco y en pleno silencio. Y aprovecho esta carta de fin de año para prestar atención y hacerme las mismas preguntas que planteo.
"Hay años que hacen preguntas y años que contestan”.
Zora Neale Hurston
¿Ha sido este un año que ha dado respuestas o de los que ha planteado preguntas? Como siempre no habrá blanco o negro, quizá ciertas cosas han encontrado perspectiva y explicación y otras han salido a la palestra de los interrogantes a la espera de resolverse en los años venideros. ¿Qué ha encontrado respuesta, qué sigue en la sombra? ¿Qué nuevas cuestiones se han puesto de manifiesto o empezado a asomar?
Me recuerda el poema de Margaret Atwood, “El Momento”
El momento en que después de muchos años
de arduo trabajo y una extensa travesía
te paras en el centro de tu habitación,
casa, medio acre, milla cuadrada, isla, país,
sabiendo por fin cómo llegaste hasta allí
y dices «Esto es mío»
es el mismo momento en que los árboles
te rodean con suaves brazos,
las aves recuperan el idioma,
los acantilados se agrietan y colapsan,
el aire retrocede hacia ti cual ola
y no puedes respirar.
«No», susurran. Nada es tuyo,
estabas de visita, una y otra vez,
escalabas el cerro, plantabas la bandera, proclamabas.
Nunca te pertenecimos,
nunca nos encontraste:
siempre fue al revés.
Esta idea que subyace al poema de Atwood se encuentra también en uno de los fragmentos que más me gustan del Bhagavad Gita y que recogí en esta clase de 7 Guerreros hace unos meses en las clases Online de Yogabasement, la frase está al final y es una auténtica maravilla y a la que volver a diario como mantra o lectura de cabecera.
¿Qué ocurre si soltamos y vivimos desde la perspectiva de que realmente no poseemos nada?
Fin de año es el ojo del huracán, valoraciones, repasos, juicios, comparaciones. El vértigo de repasar todo lo que (nos) ha pasado por delante de nosotros y asomarnos a lo nuevo que va desplegándose. Con las ganas de que lleguen ciertos momentos planeados y la angustia de sentir cómo el tiempo vuela, siempre vivimos en medio
Ghosting
Ya sabéis de qué va esto… de desaparecer, y hay muchos niveles. Así que pensemos en ello en un mes en el que se recuerda tanto a los que ya no están, esa frase recurrente y certera. Hay también otros tantos que no están y no es por nada trascendental, simplemente han desaparecido de tu vida o han hecho lo que hoy se llama “ghosting”. Ya sea a través de un silencio impactante y perforador o en una retirada progresiva, a la francesa o bomba de humo, como decimos por aquí, el caso es que duele.
A todos nos pasa y creo que en el mundo Yogi más. Me explico. En cuanto empiezas a cuidarte, dejar ciertos hábitos, intentar poner límites sanos y reinventar ciertas relaciones, mucha gente se aleja. O quizá eres tú el que se ha alejado porque te aburres, te sientes juzgado, que se ha perdido la conexión.
Seas una parta u otra hay algo que debemos saber a nivel Sistema nervioso: el ghosting nos hace sentir invisibles e impotentes, removiendo un profundo “freeze” o estado de bloqueo y abatimiento que recuerda la sensación de vergüenza.
Al no haber presencia ni comunicación, solemos rellenar los vacíos con historias personales, duras y confusas. Preguntándonos qué hicimos mal sin que nadie del otro lado nos responda y “resolviendo” esas dudas con proyecciones del pasado.
Ghosting va en contra de nuestra naturaleza al negarnos el cierre y la resolución dejándonos en el limbo del dolor sin respuestas. Ansiando claridad y persiguiendo porqués.
De manera que si le estás haciendo Ghosting a alguien, practica ahimsa y dale tus razones, déjale que cierre el tema y conozca porqué.
Y si te están haciendo ghosting recuerda que es un reflejo de sus patrones y capacidad, no de la tuya.
Visualiza o imagina cómo sería la sensación de cierre; deja que tu cuerpo absorba esa sensación.
Utiliza alguna frase como: “Es doloroso sentirse así, me gustaría que fuera diferente, pero me centraré en atender mis necesidades y cuidarme”.
Focaliza tu atención en la gente que puede estar con tu verdad, la suya y la intimidad vulnerable de la comunicación.
Propósitos
Aquí va un conjunto de ellos. Para focalizar la energía hay unos diagramas de intereses personales, materiales, laborales, de relaciones etc. que se dibujan para no dispersarnos y dirigir nuestra intención en una dirección. Fue la base del taller “Despertando A Kali” que ofrecí en enero del año pasado. Todos los años lo hago…simplemente porque funciona. (Si por cierto quieres que comparta por aquí esos diagramas de objetivos, ¡escribe en comentarios!)
Otros propósitos, de índole más sutil lo dejo por aquí:
Uno de ellos se lo cojo a Tony Hoagland, de su poema: “Tengo noticias para ti” y que inspira la clase de “Poesía en el asana” que practicaremos en enero en las clases online de www.yogabasement.com
"Tengo noticias para ti- hay gente que se levanta por la mañana y cruza una habitación y abre una ventana para que entre la dulce brisa y deja que les toque todo el rostro y el cuerpo". —Tony Hoagland
"May I feel all I need to feel in order to heal. May I heal all I need to heal in order to feel”
(Que sienta todo lo que necesito sentir para poder sanar. Que sane todo lo que necesito sanar para poder sentir).
—Marguerite Rigoglioso
Y este par de preguntas, me parecen importantes y nos ponen en la dirección adecuada…
¿Qué parte de ti está demasiado domesticada, civilizada o controlada y qué vas a hacer al respecto?
¿Quién eres sin “el hacer”? ¿Quién eres sin tus roles? ¿Sin tus objetivos, creencias e ideas?
Qué voy a aprender este año para mantener despierta la curiosidad, salir de mi zona de confort… Es muy importante aprender cosas nuevas, por un lado. Y mantener la actitud de amateur, soltar el afán de ser perfectos y de destacar en todo lo que hagamos, por otro.
Un plan de Año Nuevo
Las transiciones son muy importantes en Yoga y Ayurveda, se llaman Sandhis, y son momentos para prestar especial atención. Así que me encantó conocer este ritual de Año Nuevo japonés: Hatsuhiode que consiste en contemplar el primer amanecer del año, ya que la divinidad de Año Nuevo, Toshigama-sama, se aparece con la primera luz ofreciendo la oportunidad perfecta para invocar salud y buena fortuna.
Y una comida de Nochevieja: Toshikoshi soba, nosotros la haríamos en Año Nuevo y quizá de cena, un gran reset para el sistema digestivo después de las comidas familiares. No tengo receta preferida porque di con este plato hace poco, así que ¡a investigar en internet! Lo que sí tenemos es la receta de caldo dashi del Chef del increíble restaurante Casa Cirana en Santander. En cuanto lo hagamos, la compartiré por aquí.
Y, por supuesto, asistir al taller de Borja Sainz de Sankalpa, para comenzar el año alineados en la buena dirección. Es gratuito y completará el contenido de lo que será el tercer episodio del Podcast Spirit Almanac.
Antes de la despedida, desearos un feliz 2023… Qué típico ¿no? Más que simplemente desear que el 2023 “salga bueno” como si fuera un melón :) deseo que tengas la calma, serenidad, buen humor y herramientas para poder gestionar lo que traiga de la mejor manera posible. Que tengas una comunidad de apoyo donde cobijarte, compartir, tomar perspectiva e inspirarte.
Para abrir el año tendremos un especial regalos, especial libros (con los pedidos a los Reyes) y newsletter de inspiración para el Año que llega. Todo disponible en la suscripción prémium.
Nos seguimos viendo y leyendo.
Un abrazo fuerte.
Tamara y Borja aka BSMT-Yoga
Gracias por lo compartido
Me interesan los diagramas de objetivos